Dinámica histórica.
Los comienzos de la violencia en la actual República Democrática del Congo, se remontan a la colonización del rey Leopoldo II de Bélgica en 1885, mediante su empresa privada. Sin embargo tiene raíces en el comercio de esclavos del que se beneficiaron holandeses, portugueses y franceses (siglo XV) y con anterioridad, los árabes. La erradicación de esta esclavitud fue la excusa perfecta para que el rey Leopoldo II, creara el "Estado Independiente del Congo", motivado supuestamente por fines humanitarios.
Sin embargo, su imperante interés por el mercado del marfil y el cucho (provenientes de las selvas del congo), condujeron al país a desafortunadas condiciones: la destrucción de los selvas y la extinción de elefantes; y el exterminio de la tercera parte de la población que habitaba en la cuenca del río Congo debido a le explotación laboral el las minas y plantaciones, el desplazamiento forzoso, la destrucción de aldeas, y a enfermedades causadas por éstas.
Tras la indignación del pueblo congoleño, el "Estado Libre del Congo" se pone bajo dominio belga. Durante este periodo (1908-1960) son sometidos a la coacción de la Administración Colonizadora, la Iglesia y el Ejército. Mientras el ejército se encargaba de la sumisión del pueblo por la fuerza, físicamente, la iglesia lo hacía mediante implantación de la obediencia y el pecado. Fue tal la represión que hasta 1995 fue concebido en derecho de la huelga. Se concentraban en mantener en la ignorancia al pueblo.
Para esa misma época, se fundó la primera universidad del país y se aceptó la enseñanza de las lenguas nativas. Aunque esta último, se permitió más por el interés de mantenerlos alejados de las ciencias y de las ideas de subversión que se esparcían rápidamente por todo el continente. El fruto de ésta enajenación no fue otro que una devastadora crisis post-descolonización, pues el país carecía de preparación política, económica, intelectual, para salir adelante.
No obstante, se independizaron en 1960, con grandes expectativas populares, que más tarde se convertirían en lamentos producidos por las siguientes tres etapas, caracterizadas por el retroceso al que llevaron al país, en todos los sentidos.
La primera, comienza con una profunda crisis producida por el levantamiento de antiguas tropas colonizadoras y de grupos que pretendían la secesión de Katanga, que dura cinco años. Durante estos años, se evidenció la fuerte presencia de los Estados Unidos, quienes involucrados en la Guerra Fría, junto con los belgas, asesinaron a Patrice Lumumba, líder de la independencia y primer ministro elegido democráticamente y a todo adepto marxista o nacionalista, además,de las intervenciones militares directas -como lo fueron la operación 'Dragon Rouge' en 1964 y la participación de mercenarios belgas, franceses, sudafricanos, españoles, portugueses-. Fomentando así, la desestabilización interna del país, con el propósito de darle vía libre al fantoche del general Mobutu Sese Seko, quien velaría por los intereses neocoloniales.
Luego de la muerte de Lumumba, Kasavubu sube al poder y en 1964 nombra a Tshombe primer ministro. En 1965, mediante un golpe de estado, Mobutu tomó el poder. Cambió el nombre del país a Zaire y caracterizó su gobierno por corrupción y totalitarismo: se concentró en eliminar a todos sus oponentes, legitimó la imposición de un partido único y una ideología unitaria, y adoptó un falso nacionalismo, que no era más que saqueo organizado, que a su vez, aseguraba su permanencia en el poder.
Otro gran rasgo de ese periodo de gobierno fue el fomento de los conflictos interétnicos y de limpiezas étnicas en las zonas de Katanga y Kivu. Fue entonces que ocurrió el genocidio de 1993 de Burundi y el de 1994 de Ruanda, los cuales dejaron gran huella en la historia de ambos pueblos. Fueron intentos de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda.

Se cree que después de derrocado este régimen ruandés, más de dos millones de hutus huyeron a la república vecina del Congo por temor a las represalias que impondría el nuevo gobierno dominado por los tutsis. Una vez en el territorio congolés, se aliaron con el gobierno de Mobutu y comenazrón a atacar a la población tutsi en habitaba desde mucho tiempo atrás en el RDC. Tanto el poder mubuista como los grupos opositores, destacaron por la irresponsabilidad y la violencia sin escrúpulos, creando un vacío político y una fuerte crisis económica que facilitaron la toma del poder de Laurent-Désiré Kabila en 1997. También favoreció a su caída que Estados Unidos, Francia, y bélgica, tras el termino de la Guerra Fría se cansaron de los escándalos inhumanos de los que Mobutu era protagonista, retiraron su apoyo.
Kabila, quien cambia nuevamente el nombre del país al de República Democrática del Congo, está apoyado por las milicias tutsis, respaldadas a su vez por Uganda. Pero pronto, desarrolla en antagonismo con los tutsis, Uganda y Ruanda, Y acude a la ayuda de Zimbabwe, Namibia y Angola. Se levanta entonces una guerra por el poder en la tierra congoleña, que en sustancia, se trataba de otro saqueamiento de las riquezas del país. De lo que se esperaba de un cambio del régimen mobutista, quedó convertido en sólo palabras. Incluso, muchos del los aliados de Mobutu siguieron ocupando grandes cargos a pesar de que se les hubiera sido acusados por implicación en crímenes económicos.
Dadas las contradicciones internas, Laurent Kabila es asesinado en enero del 2001. Le procedió su hijo Joseph Kabila.
Desde entonces, el conflicto se ha apaciguado un poco a causa de unificación de los distintos grupos armados, la retirada de los aliados del gobierno a causa de sus propio problemas internos y la presión internacional. Sin embargo prevalece la intervención de Uganda y Ruanda, sin contar con la intervención de traficantes internacionales de minerales.
Otro gran rasgo de ese periodo de gobierno fue el fomento de los conflictos interétnicos y de limpiezas étnicas en las zonas de Katanga y Kivu. Fue entonces que ocurrió el genocidio de 1993 de Burundi y el de 1994 de Ruanda, los cuales dejaron gran huella en la historia de ambos pueblos. Fueron intentos de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda.

Se cree que después de derrocado este régimen ruandés, más de dos millones de hutus huyeron a la república vecina del Congo por temor a las represalias que impondría el nuevo gobierno dominado por los tutsis. Una vez en el territorio congolés, se aliaron con el gobierno de Mobutu y comenazrón a atacar a la población tutsi en habitaba desde mucho tiempo atrás en el RDC. Tanto el poder mubuista como los grupos opositores, destacaron por la irresponsabilidad y la violencia sin escrúpulos, creando un vacío político y una fuerte crisis económica que facilitaron la toma del poder de Laurent-Désiré Kabila en 1997. También favoreció a su caída que Estados Unidos, Francia, y bélgica, tras el termino de la Guerra Fría se cansaron de los escándalos inhumanos de los que Mobutu era protagonista, retiraron su apoyo.
Kabila, quien cambia nuevamente el nombre del país al de República Democrática del Congo, está apoyado por las milicias tutsis, respaldadas a su vez por Uganda. Pero pronto, desarrolla en antagonismo con los tutsis, Uganda y Ruanda, Y acude a la ayuda de Zimbabwe, Namibia y Angola. Se levanta entonces una guerra por el poder en la tierra congoleña, que en sustancia, se trataba de otro saqueamiento de las riquezas del país. De lo que se esperaba de un cambio del régimen mobutista, quedó convertido en sólo palabras. Incluso, muchos del los aliados de Mobutu siguieron ocupando grandes cargos a pesar de que se les hubiera sido acusados por implicación en crímenes económicos.
Dadas las contradicciones internas, Laurent Kabila es asesinado en enero del 2001. Le procedió su hijo Joseph Kabila.
Desde entonces, el conflicto se ha apaciguado un poco a causa de unificación de los distintos grupos armados, la retirada de los aliados del gobierno a causa de sus propio problemas internos y la presión internacional. Sin embargo prevalece la intervención de Uganda y Ruanda, sin contar con la intervención de traficantes internacionales de minerales.